El nuevo capítulo en la legendaria historia de los supercars del Cavallino Rampante, toma forma con la llegada del nuevo Ferrari F80 2025, que se producirá en una serie limitada de 799 ejemplares, entrando a formar parte de los modelos más míticos de la Casa de Maranello. Ven a descubrir todos los secretos de esta nueva joya de la automoción.
Desde 1984, Ferrari ha desarrollado una serie de supercars que han visto nacer tecnologías e innovaciones que han entrado a formar parte del imaginario colectivo.
El último modelo, el F80, aspira a representar la excelencia absoluta para un coche con motor de combustión interna, utilizando las soluciones tecnológicas más avanzadas, empezando por la tecnología híbrida de última generación, para llevar su propulsor a un nivel inimitable.
Toda su arquitectura está diseñada para alcanzar el máximo rendimiento. Desde el chasis de fibra de carbono hasta la aerodinámica, jamás hasta la fecha se había visto una apuesta tan extrema en un coche homologado. Sin olvidar, su nueva suspensión activa diseñada para extraer el máximo rendimiento durante su conducción en circuito.
Además, como auténtica novedad en el panorama de los supercars actuales, el F80 consigue combinar estos valores con una facilidad de conducción que lo hace ágilmente manejable incluso en carretera, y con un estilo de conducción más relajado.
El fuselaje y otros elementos del chasis del F80 se han diseñado siguiendo un enfoque multi material, es decir, utilizando el material más adecuado para cada zona.
El F80 forma parte de una investigación creativa que ha llevado al equipo del Centro Stile Ferrari dirigido por Flavio Manzoni a un cambio radical de paradigma de diseño, estableciendo un puente entre el pasado y el futuro en el diseño de Ferrari.
El F80 tiene un fuerte impacto futurista y una evidente referencia a la industria aeroespacial. Su arquitectura se caracteriza por una sección en diedro con dos soportes muy sólidos en las ruedas.
En vista lateral, el soporte trasero se desarrolla de forma muy plástica, acentuando la musculatura de toda la aleta trasera.
En cambio, efectos más arquitectónicos caracterizan el soporte delantero, con una especie de panel en relieve que actúa como prolongación del paso de rueda, en un homenaje a los códigos estilísticos del F40.
Cuenta con dos opciones de neumáticos en tamaños 285/30 R20 y 345/30 R21 con tecnología Pilot Sport Cup2 y Pilot Sport.
Cup2R fueron desarrollados específicamente con Michelin para el F80.
De los volúmenes así delineados emerge el habitáculo, una especie de burbuja de efecto suspendido y proporciones sorprendentes, fruto de un minucioso trabajo de arquitectura y proporciones.
La zaga, caracterizada por el tema de la cola truncada, presenta dos configuraciones: una con el alerón replegado y otra con el alerón levantado.
Como en todos los Ferrari de última generación, la combinación de la parte superior del color de la carrocería y la parte inferior de fibra de carbono pintada permite realzar el diseño del coche, revelando las funciones técnicas en una segunda lectura.
En el interior, el puesto de conducción, decididamente envolvente, se desarrolla por completo en torno al conductor, convergiendo hacia los mandos y el cuadro de instrumentos.
El panel de control también está orientado ergonómicamente hacia el conductor, creando una especie de efecto envolvente en torno a él.
Está equipado con un nuevo volante especialmente desarrollado, unos 14 mm más estrecho que su predecesor y con una forma redondeada en la parte superior e inferior y con botones físicos sustituyendo a la arquitectura totalmente digital.
La idea de escalonar longitudinalmente los asientos de los dos ocupantes permitió situar al pasajero más atrás que el conductor, con la ventaja de reducir el espacio interior, sin penalizar la ergonomía y la percepción del confort de los ocupantes.
El asiento del acompañante, al tiempo que cumple todas las funciones ergonómicas, está tan perfectamente integrado en el revestimiento del habitáculo que casi desaparece de una visión de conjunto, gracias también a una inteligente diferenciación de materiales y colores respecto al asiento del conductor y el resto del revestimiento.
La elección del propulsor está en línea con los supercars predecesores del F80, y con la tendencia tecnológica actual del automovilismo.
Mientras que el GTO y el F40 equipaban un V8 turboalimentado porque los Fórmula 1, en aquella época utilizaban motores turbo en la década de 1980, hoy en día, tanto en la Fórmula 1 como en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), se utilizan motores V6 turboalimentados en combinación con un sistema híbrido de 800V.
Así que la transferencia de esta arquitectura al F80 era natural, especialmente después de que el 499P se alzase en dos ocasiones consecutivas con el título de las 24 Horas de Le Mans.
El motor F163CF a 120° V de tres litros del F80 simboliza la máxima expresión del motor seis cilindros Ferrari. Es capaz de desarrollar la impresionante potencia de 900 CV y, en consecuencia, una potencia específica récord para un motor Ferrari de 300 CV/l, a los que hay que añadir los 300 CV entregados por el sistema híbrido compuesto por eje (e-4WD) y motor eléctrico (MGU-K).
En cuanto al e-turbo, el hecho de tener el motor eléctrico en el eje de la unidad impulsora permite ajustar la dinámica del fluido buscando el máximo rendimiento a revoluciones medias/altas sin verse obligado a comprometer el turbo lag a bajas revoluciones, garantizando así tiempos de respuesta extremadamente rápidos.
El del F80 es el primer motor eléctrico diseñado, probado y fabricado íntegramente por Ferrari en Maranello, con el objetivo específico de maximizar sus prestaciones y reducir el peso. El diseño de los motores eléctricos, dos situados en el eje delantero y uno en el trasero, deriva directamente de la experiencia de Ferrari en competición.
Un convertidor de CC/CC permite utilizar un único componente para manejar tres voltajes diferentes simultáneamente: 800 V, 48 V y 12 V.
El F80, equipado con el eManettino, como todos los modelos PHEV de Ferrari, ofrece tres modos de conducción diferentes: «Hybrid», «Performance» y «Qualify».
Todo esto le permite ofrecer al nuevo Ferrari F80 2025, unas increíbles prestaciones con una potencia máxima combinada de 1200 CV, acelerando de 0 a 100 km/h en sólo 2,15 seg y alcanzando los 350 km/h de velocidad máxima y convierte en el automóvil de carretera más potente que jamás haya salido de las puertas de la fábrica de Ferrari.