El nuevo Nissan LEAF 2018 tiene un aspecto renovado, puede recorrer más kilómetros entre recargas y presenta nuevos dispositivos de asistencia a la conducción. Este Nissan cien por cien eléctrico llegara a Europa a principios de 2018.
El nuevo Leaf crece en dimensiones, ahora mide 4,48 metros de longitud, 1,79 metros de anchura y 1,54 metros de anchura.
La batería, ubicada entre el eje delantero y trasero, es de iones de litio y tiene una capacidad de 40 kWh. Proporciona una autonomía de 378 kilómetros según el ciclo NEDC, que es mucho.
El Renault Zoe 40, cuya batería es de 41 kWh, tiene una autonomía ligeramente mayor a la del LEAF, 400 kilómetros. El Volkswagen e-Golf con una batería de 35,8 kWh llega a los 300 kilómetros de autonomía.
Nissan dice que la nueva batería del Nissan LEAF 2018, ocupa prácticamente lo mismo que la del modelo anterior. Se puede recargar en 16 horas en una toma de corriente de 3 kW de potencia o en 8 h con una de 6 kW.
También existe la posibilidad de realizar una «carga rápida» que emplea 40 minutos en llegar hasta el 80% la capacidad de la batería. La toma de corriente sigue estando en el frontal, pero ahora está inclinada 45 grados hacia arriba para que sea más fácil, conectar el enchufe.
El motor da 110 KW, 150 CV de potencia máxima, disponiendo de una velocidad máxima de 144 km/h. Nissan ofrecerá una versión con una batería de mayor capacidad y un motor más potente, para finales de 2018.
El Nissan LEAF 2018 viene equipado con la tecnología V2G, que permite que el flujo de energía con la red eléctrica sea bidireccional. Gracias a ello, la energía disponible en la batería se puede pasar a la red cuando el vehículo no se va a utilizar.
Como en otros vehículos eléctricos, hay algunas funciones que se pueden controlar desde una aplicación móvil, como comprobar la carga de la batería, buscar la estación de recarga más próxima o precalentar o refrigerar el habitáculo antes de comenzar la marcha.
Nissan introduce en este modelo el e-Pedal, que es un pedal de acelerador similar al «One Pedal Feeling» que BMW usa en el i3. No solo permite dosificar la aceleración, sino también la deceleración, dependiendo de la presión que se ejerza sobre el mismo.
Lo que proporciona dicha deceleración es la frenada regenerativa, que transforma la energía cinética en eléctrica y que es acumulada en la batería. Como en un coche tradicional, sigue habiendo un pedal de freno que proporciona mayor deceleración.
Las dos tecnologías más representativas de asistencia a la conducción son el ProPILOT y el ProPILOT Park. El primero puede controlar automáticamente la distancia con el vehículo de delante, y ayuda al conductor a mantener el vehículo centrado en su carril.
El ProPILOT Park aparca el coche automáticamente, tanto en batería como en línea. El conductor no necesita controlar ningún mando.
La instrumentación está formada por un indicador tradicional de aguja y una pantalla de 7 pulgadas que muestra información del equipo de sonido, del navegador, el teléfono o de la parte eléctrica. El sistema de entretenimiento puede ser compatible con Apple CarPlay y Android Auto. También incorpora una cámara inteligente de visión 360º.
